Estancia excepcional con detalles encantadores

Pasé tres noches en una suite familiar que era espaciosa y llena de encanto. El personal fue muy amable y me ofreció recomendaciones locales, aunque la falta de restaurantes cercanos puede complicar las comidas. Disfruten del desayuno, ¡no se lo pueden perder!

La habitación con jacuzzi fue espectacular.

una base ideal para explorar los encantos de la ciudad

Pasé un fin de semana agradable en un lugar donde la cercanía al Museo de alfarería vasca, a solo dos pasos, y al hermoso Parque Zabalain, menos de 5 minutos a pie, hicieron que mis caminatas fueran inolvidables y se convirtieran en momentos de pura exploración y disfrute. además, la habitación del hotel era espaciosa y cómoda, lo que me permitió relajarme después de un día de aventuras en la ciudad.

Todo espectacular, habitación encantadora.

Un fin de semana inolvidable

Nuestra estancia fue maravillosa. Desde la hermosa decoración hasta el desayuno con productos locales, cada detalle estaba cuidado. Disfrutamos de un ambiente acogedor y el jacuzzi fue un plus delicioso.

El único inconveniente fue la localización. Al estar un poco aislados, resultaba complicado encontrar opciones gastronómicas cercanas, lo cual a veces limitaba nuestras opciones para salir a comer.

un lugar mágico con un desayuno excelente. el servicio fue encantador y la atención al detalle fue evidente en cada rincón. disfrutamos de un ambiente acogedor y único. perfecto para desconectar y explorar la naturaleza que lo rodea.

comida un poco limitada 🍽️.

La habitación tenía aire acondicionado y un área de estar, perfecta para relajarme.

Desafortunadamente, me sentí un poco aislado durante mi estancia. No encontré oferta gastronómica o comercial cercana, lo que hizo difícil elegir opciones de comida sin tener que salir en coche. A veces, solo quería disfrutar de una buena comida sin tanta complicación.

Disfruté de una estancia única en el Palacio. Las habitaciones son exquisitas, cada rincón transmite elegancia. El desayuno brilla por su variedad y presentación. verdaderamente, un festín. Ojalá pudiera quedarme más días, aunque el aislamiento puede hacer que busques opciones gastronómicas un poco más lejos. Totalmente recomendado.

maravilloso, maravilloso, maravilloso

Desde el momento en que llegamos, la atención fue excepcional. La mezcla de lo clásico y lo moderno en la decoración de nuestra habitación fue simplemente encantadora, y el jacuzzi fue la guinda del pastel. El desayuno, con productos naturales y una presentación espectacular, convirtió cada mañana en una experiencia deliciosa.

Lo recomendaría 🥰🌟

Pasé un increíble fin de semana en el Palacio. La habitación, Superior Double Room, tenía un jacuzzi que le dio un toque especial a la estancia. La decoración es una mezcla armoniosa de lo clásico y lo moderno, y la cama era muy cómoda, con varias almohadas para elegir. Me encantó la atención al detalle en el desayuno, donde todo estaba preparado con productos naturales. La atención del personal fue excepcional desde el momento de la llegada, siempre dispuestos a ayudar y con un trato muy cálido. Sin embargo, me hubiera gustado que hubiera más opciones gastronómicas cerca, ya que al estar un poco aislado, me costó encontrar alternativas sin tener que moverme en coche. Aún así, el ambiente es perfecto para desconectar y disfrutar. Fue justo lo que necesitaba.

La decoración es impresionante, una mezcla elegante de lo clásico y lo moderno. La habitación que elegimos era amplia y cómoda, con un jacuzzi que fue un gran plus. El desayuno es notable, con productos frescos y bien presentados. Sin duda, un lugar donde volvería a quedarme. 😍

Las habitaciones son una delicia, combinando lo clásico con toques modernos que crean un ambiente acogedor. Los masajes ofrecidos son excepcionales, perfectos para relajarse. Sin embargo, la falta de opciones gastronómicas cercanas puede ser un inconveniente, y en ocasiones el aislamiento puede resultar incómodo cuando se busca salir a comer. A pesar de esto, el desayuno es abundante y delicioso, lo que compensa en parte esta situación.

Ambiente acogedor, atención al detalle extraordinaria, jardín encantador – un lugar insólito para desconectar.

Pasé un fin de semana muy agradable. La habitación tenía aire acondicionado y un área de estar, perfecta para relajarme. Disfruté un desayuno continental cada mañana antes de salir a explorar los alrededores. Un día, fui en bicicleta por el campo y fue una experiencia increíble. Además, la conexión WiFi era buena y siempre encontré espacios tranquilos en el jardín. Como amante de la cocina andaluza, aprecio cada detalle en la presentación y servicio de los alimentos.

Me hubiera gustado más variedad en la carta de comidas.